Para comenzar con esta dieta debemos tener algo muy en cuenta: las naranjas deben ser naturales y de temporada, siempre fruta de calidad para conseguir verdaderamente sus efectos. La naranja debe convertirse en el elemento fundamental de todas tus comidas, y es muy importante consumirla después de exprimirla o justo después de pelarla, ya que si no es así, perderá sus propiedades.
Un ejemplo de dieta que podríamos seguir es:
- Desayuno: Zumo de naranja y pieza de fruta
- Almuerzo: Galletas digestivas y té de naranja
- Comida: naranja de mesa antes del plato principal
- Merienda: Zumo de naranja y pieza de fruta
- Cena: Naranja de mesa y pescado
Para que sea posible la pérdida de peso, es importante consumir al menos 2 litros de zumo de naranja al día. Uno por la mañana y otro por la tarde.
También podéis tomar algunas ideas para cocinar algún plato algo más especial cuidando siempre que no lleve azúcar, como por ejemplo: pollo a la naranja, jugo de naranja con jengibre y miel, ensalada de brócoli, almendra y naranja… ¡y muchos más!
La naranja es una fruta que mejora la salud de nuestro organismo en todos los aspectos, además se trata de una dieta amena por la fruta de la que se trata, una fruta dulce y con buen sabor, además muy saciante. Esta dieta no durará más de una semana por lo que no se hace muy pesada, al igual que debemos tener en cuenta que no debe llevarse a cabo más de tres veces al año.
¡Anímate y prueba la dieta de la naranja, no te decepcionará!