La clemenrubí es una clementina que tiene su origen en una mutación de oronules en una explotación de Ribarroja. Procede de la especie Citrus reticulata o mandarina y lo que la hace especial es que es una de las clementinas más tempranas de la temporada, y por tanto está considerada como una variedad extra temprana. Su periodo de recolección suele ser desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre.
Es una variedad que requiere muchísima atención durante todo el año, y especialmente en verano. Al ser extra temprana es de las primeras en salir al mercado, y por tanto, tienen buena venta. En la temporada de invierno y primavera hay que controlar las enfermedades tanto de origen fúngico, como bacteriológico. El hongo se reproduce y desarrolla magníficamente en climas húmedos y temperaturas suaves, por lo que hay que tener especial cuidado porque son condiciones típicas en nuestra área geográfica. Las bacterias también pueden afectar en climas húmedos, y se asientan muy bien con ambientes fríos. Cuando los arboles comienzan a brotar es importante estar atento a la aparición de pulgón. Esta plaga si no se controla coloniza muy rápidamente y hay que saberla tratar a tiempo.
La clemenrubí es una variedad que florece mucho y no tiene problemas en el cuajado de la fruta (cuando la flor termina germinando). Por lo que el exceso de cuajado hay que controlarlo y purgar si hiciera falta. Llegado el verano, plagas como la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) o ácaros, es de vital importancia su control y erradicación al más mínimo foco localizado. Se debe actuar con prontitud ya que se trata de plagas que se reproducen con muchísima rapidez, pudiendo ocasionar daños irreparables en la fruta.
Otra de las vulnerabilidades de esta variedad es el golpe de sol. Al desarrollarse el fruto en épocas de mucho calor le produce manchitas de color negro que afectan a la estética de la fruta. Además uno de los problemas que suele ocasionar esta variedad es el rajado de la fruta, abriéndose la fruta de dentro para fuera por efecto de la presión interna. Esto es debido a que tiene la piel fina (aplicando calcio se aminora).
El fruto tiene una coloración naranja intensa y es de tamaño superior a nuestra siguiente clementina, la Oronules. Tiene un buen contenido en zumo y su pulpa es jugosa y tierna. La piel pese a ser resistente y firme es de fácil pelar, característica propia de todas las clementinas.
Cuidados como el de la poda es de vital importancia también. Una poda bien hecha al finalizar la recolección y con vistas a la producción de la siguiente temporada es clave, ya que al podar se elimina masa vegetal innecesaria y crea espacios internos en el árbol. Estos espacios hacen que el árbol haga mas fruta en el interior, y por lo tanto mayor volumen y calidad de fruta.
Como última nota decir que la clemenrubí es una mandarina clementina muy cara de producir, pero al ser una clementina extra temprana y de mucha calidad, el mercado la paga bien. El inconveniente que tiene es que es complicada de producir, y requiere saber muy bien lo que se hace si se pretende obtener una fruta con calibre y de máxima calidad.
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