¿Por qué interesa la relación directa entre el consumidor y el agricultor?
Historia de la naranja - La introducción en España
Desde que se introdujeron los cítricos en España durante el Califato de Córdoba en el siglo X, traídos probablemente desde el lejano Oriente, la capacidad de observación y la habilidad del agricultor han ido avanzando a lo largo del tiempo.
Ya en el siglo XIX, se introduce el cultivo las naranjas y las mandarinas en Castellón, y a principios del XX, llega la Clementina Fina desde Argelia obtenida como una selección de mandarina común por el misionero Padre Clément. Con el inicio del cultivo de la clementina, comienza igualmente el floreciente negocio de la exportación de cítricos valencianos a Europa y por tanto la semilla de la citricultura moderna. Durante la postguerra española, es decir la década de los años 40, el sector citrícola es la actividad a nivel nacional que más divisas trae a España.
Del mismo modo, al tiempo que los mercados europeos piden cítricos valencianos, se empieza a forjar, envío a envío, campaña a campaña, la leyenda de la excelente calidad de los cítricos “made in Valencia”. El simple agricultor da un paso más y se forman empresas de comercialización que se encargan de posicionar y defender el producto fresco en los mercados europeos; asentadores valencianos emigran a Europa y se responsabilizan de la venta de la fruta. La manualidad de todos los trabajos de cultivo y la personalización que se hace de cada árbol consigue extraer una extraordinaria calidad final de la fruta.
Con la llegada de los años 80, el sector de la distribución del viejo continente inicia un cambio de rumbo, con fusiones y absorciones, que indican un aumento del tamaño de las empresas, que ganan cuota de mercado en la venta de productos fresco de frutas y verduras.
El declive de los mercados tradicionales continúa en paralelo al aumento de la cuota de mercado por parte de los supermercados, al tiempo que se inicia una presión de precios a la baja para el agricultor debido al aumento de competencia en el sector de la distribución.
La situación actual de la naranja en el mercado
Desde hace una década, la presión de precios a la baja es tal, que muchos agricultores optan por rebajar la calidad, suprimiendo costes, como vía de supervivencia de su explotación agrícola. La situación actual de desequilibrio entre la oferta y la demanda , en un mercado con muchos productores (si bien agrupados en entidades comercializadoras) y un sector de la distribución cada vez más potente está mermando a los productores españoles. La incapacidad de negociación con un producto perecedero impone la voluntad de la gran distribución sobre el agricultor, que es con diferencia el eslabón más débil del la cadena productora. Cuando el producto llega al consumidor, el precio ha sido en algunas ocasiones multiplicado por mucho, además de llevar muchos días en los almacenes y cámaras de frigoconservación, con tratamientos químicos que restan sabor y generan residuos y CO2 en su transformación. Como decíamos, el productor se ve obligado a bajar la calidad en un intento por subsistir, optimizando costes, apostando por variedades más productivas pero sin sabor (pasa mucho en el tomate, que son duros y sin sabor), con el fin de poder salvar económicamente la campaña.
Por otro lado, la globalización obliga a competir al productor español con el resto de países, muchos de ellos introducen sus cítricos en Europa con un escaso control fitosanitario (riesgo de introducción de nuevas plagas y transmisión de enfermedades nuevas desconocidas en Europa) y muchas veces, sin cumplir legislación social alguna, inexistentes pagos de las cuotas de la seguridad social, sin normas de prevención de riesgos laborales ni seguridad de la salud en el trabajo. El agricultor español no se niega a competir, pero pide igualdad en las normas y las mismas reglas del juego para todos.
Venta de naranjas de calidad Extra - La calidad de la fruta del campo frente a las grandes superficies
Por todo ello, y porque nuestro pensar es seguir produciendo calidad y buen comer de la fruta fresca, queremos seguir ofreciendo a nuestros clientes un producto español, en este caso naranjas y mandarinas valencianas de alta calidad, variedades seleccionadas a lo largo del tiempo de gran paladar, con menos producción por hectárea pero de mayor calidad gustativa, recién cogidas del árbol, y seguir cultivando para mantener el listón bien alto. Se da la paradoja que incluso en Valencia es complicado encontrar mandarinas y naranjas de calidad, cosa impensable hace años.
Por ello y para asegurarnos de que llegue al consumidor naranjas y mandarinas valencianas frescas y de paladar, reivindicamos la relación directa entre consumidores y agricultores, que asimismo cumplen una labor social en el cuidado del entorno paisajístico y del medio ambiente.
La satisfacción del consumidor es nuestra obsesión, y desgraciadamente sólo comercializando nosotros mismos, podemos asegurar que las naranjas y mandarinas que recolectamos y les enviamos, serán frescas y con sabor. Asimismo, usted asegura un reparto del margen justo y nos permite continuar cultivando como profesión.
Para www.comenaranjas.com, nuestro cliente es nuestro amigo, y a los amigos siempre se les ofrece lo mejor de la huerta.