La Cynara cardunculus var. Scolymus, más comúnmente conocida como alcachofa, es una planta perenne nativa de la región mediterránea y es variedad de una especie de cardo que se cultiva como alimento. La parte comestible de la planta son las yemas florales, es decir, las flores a medio formar cuando está tierna (se deben recolectar antes que florezcan). Las plantas usualmente tienen varias flores, y una vez estas han florecido, cambian a una forma tosca, apenas comestible. La variedad cultivada o silvestre de la especie se llama cardo.
Normalmente la planta crece hasta 1,7 metros de altura y es de color verde. De cada brote nace una única flor a modo de cabeza. Las partes comestibles de los brotes consisten principalmente de las partes inferiores de las brácteas carnosas involucras y la base, conocida como “corazón de la alcachofa”.
Como ya he mencionado, el cardo (Cynara cardunculus), es nativa de las regiones mediterráneas. Ya se registran algunos datos en la época clásica de griegos y romanos. En el norte de África, donde todavía se encuentran en estado salvaje, se encontraron semillas de alcachofa, probablemente cultivada en la excavación romana de Mons Claudianus en Egipto. Las variedades de alcachofa ya se cultivaban en Sicilia desde el periodo clásico de los antiguos griegos, los cuales la llamaban kaktos. En ese periodo los griegos ya la comían, por lo que ya se había mejorado de su forma salvaje. Los romanos la llamaron carduus (de ahí viene el nombre cardo). Se sabe que ya fueron cultivadas en Nápoles en el S. IX
Posteriormente, tras las invasiones bárbaras en Europa se produjo un vacio y fue en la época musulmana en España cuando se produjo la mejora, además de en el Magreb, aunque todo esto son suposiciones. Los nombres de la alcachofa en muchos idiomas europeos hoy en día vienen del árabe medieval (Al-khurshuf), a través de la España medieval.
Durante los siglos XV y XVI Le Roy Ladurie, en su libro Les Paysans de Languedoc, explica la extensión del cultivo de la alcachofa en Italia y el sur de Francia. Los holandeses la introdujeron en Inglaterra, donde creció en el jardín de Enrique VIII en Newhall en 1530. Ya en el siglo XIX fueron traídas a Estados Unidos, a Luisiana por los inmigrantes franceses y California por inmigrantes Españoles.
En la actualidad, el cultivo de la alcachofa se concentra en los países ribereños de la cuenca mediterránea. Los principales productores europeos son Italia, España y Francia. En Estados Unidos, California ofrece casi 100% de la cosecha de Estados Unidos y alrededor del 80% de los que se cultiva en Monterrey. Allí tienen un festival anual de la alcachofa muy popular.
Últimamente, las alcachofas has sido cultivada en lugares nuevos, como África del Sur. En cuanto a producción, actualmente se encuentra en cabeza Italia, seguida de Egipto y España.
En la cocina mediterránea la alcachofa siempre ha sido un ingrediente imprescindible. En España la utilizamos de todas las maneras, ya sea a la plancha, hervidas o al vapor. Ingrediente favorito en paellas, ensaladas, pizzas, arroces o barbacoas. Se trata del alimento perfecto para una comida sana como es la mediterránea.